Atrás quedaron los tiempos de partido hegemónico en el Estado de México y a partir del próximo 16 de septiembre no habrá gobernador priísta que mantenga la verticalidad de las decisiones políticas. Las decisiones del PRI se tomarán desde la jefatura de partido con un consejo político plural pero unido como demanda la base militante.
Después de perder la gubernatura no hay más fondo que tocar y eso lo entiende su líder Eric Sevilla que emprenderá otra faceta nueva del tricolor en la oposición y que el futuro le pertenece al PRI y sus aliados, porque ese será el camino coaligado que deben transitar frente al régimen morenista.
Y como lo podemos anticipar desde ahora, nos cuentan que están en vías de amarrar una alianza electoral PRI-PAN-PRD para participar en los comicios del 2024. A nivel nacional estaría pactado pero la realidad estatal siempre demanda acomodos para alzar el vuelo.
Las reuniones con el Frente Amplio por México también le dan un ánimo profundo a la militancia del PRI mexiquense pues hay una esperanza fundamentada en arrebatarles el poder público federal, pero paso a paso y en unidad, de lo contrario no habría futuro para ninguno.