Más de uno pensaría que el PRI está sumido en el ostracismo político después de la caída del primer priísta, lo cierto es que hay jefe de partido dándole estabilidad y resultados a un instituto partidario que se tendrá que reponer de inmediato en las elecciones del 2024.
Con la definición del Frente Amplio por México, los priistas mexiquenses están cerrando filas en torno a la construcción de candidaturas ganadoras que pasarán por la aduana estatal y nacional, con el fin de darle más probabilidad de éxito.
Ante las pugnas internas y la adversidad misma del cambio de gobierno, el priismo mexiquense se mantiene unido en torno al presidente del CDE del PRI, Eric Sevilla, para enfrentar en un solo bloque al régimen de Morena. El espaldarazo lo tiene y se tendrá que asumir una responsabilidad conjunta entre militancia y liderazgos.
En la dirigencia nacional saben que no pueden darse un balazo en el pie y por ello apelarán al consenso de todo el priismo mexiquense para jalar parejo, pues de lo contrario no habrá posibilidad de éxito. No hay más que una opción de sobrevivencia: Todos se suman o se descarrila el tren llamado PRI.