DE BUENA FUENTE
Columna – Opinión
Otra señal muy clara que envían en el corto trayecto que hay hacia la gubernatura mexiquense es que cada partido político no se moverá de sus intereses y acuerdos. Así llegarán con candidato único.
Es decir, habrá al final del proceso un voto atomizado por la presencia de varios candidatos. Eso le permitiría a cada partido político pelear por ese electorado inconforme con la decisión que tomen en su momento en la elección del candidato.
El PAN tiene más que claro a su candidato con Enrique Vargas del Villar, quien no se bajará de sus aspiraciones.
El PRD va con Omar Ortega Álvarez, Movimiento Ciudadano será abanderado por Juan Zepeda y el Partido Verde con Pepe Couttolenc.
Morena tiene una tercia definida entre Higinio Martínez Miranda, Horacio Duarte Olivares y Delfina Gómez. Supondría una alianza natural con el Partido del Trabajo pero Óscar González no cederá fácilmente y está en su escenario ir solo.
Mientras tanto, el PRI tendrá un mayor desgaste en la elección de su candidato pues si se equivoca, si envía a alguno que no garantice el triunfo y no sea incluyente podría estar entregando la plaza.